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domingo, 25 de marzo de 2007

¿Por qué es importante la Biblia para mí?


24-03-07


Carlos Aracil Orts



Introducción.

Se dice frecuentemente cuando un niño nace en una situación o condición afortunada, que el tal niño ha nacido o venido al mundo con “un pan debajo del brazo”. Pues bien, yo creo que sería mejor que todos viniésemos a este mundo con “la Biblia debajo del brazo”, pues ¿Qué es más importante lo material o lo espiritual? ¿La vida presente o la venidera que Dios ha prometido a todos los que le aman por la eternidad?.

No muchos han tenido el privilegio de nacer en un hogar cristiano donde la Biblia fuese el centro y la base de su educación y formación espiritual. Ahora siento mucho, no haber sido educado con los grandes valores morales y enseñanzas espirituales que hay en la Biblia.

En las décadas anteriores al año 1970 había poca divulgación de las Santas Escrituras, ni casi iglesias evangélicas y suficientes misioneros cristianos, y tampoco libertad religiosa y de culto en España. Por otro lado, también he de reconocer que no tenía ningún interés por la Biblia, ni sentía inquietud por los asuntos espirituales. Lo cual es lógico, pues todo ser humano nace separado y enemigo de Dios, y, posiblemente, algunos nacen ateos, otros se hacen a lo largo de su vida, y otros son reconciliados por Dios, convertidos y nacidos de nuevo.

En mi caso, que es de lo que puedo hablar, desde la niñez he creído en la existencia de Dios, pero no entendía nada o casi nada de la religión, de la cual pensaba estaba plagada de dogmas como el de la trinidad de Dios y el de la encarnación de la Divinidad en Jesucristo, del que se decía que era verdadero hombre y verdadero Dios a la vez. Todas estos temas al no poder ser entendibles mediante la pura y simple razón, me hacían pensar que la mayor parte de la religión cristiana estaba formada por doctrinas de corte humano, aunque este criterio o creencia no estaba fundamentado en una previa, seria y consecuente investigación de la fuente de toda revelación de Dios que es la Biblia.

Empecé a leer la Biblia hace más de treinta y dos años, y he de confesar con toda sinceridad que, durante todo este tiempo, nunca fui capaz de terminar de leer todos los libros que la componen. Es cierto que algunos libros son más fáciles de leer y de entender que otros, pero todos y cada uno de ellos son la revelación de la voluntad y plan de Dios para el ser humano.

Aunque muchos de los pastores que he conocido instaban a los miembros de la iglesia, casi insistentemente, de la necesidad de conocer la Biblia con más profundidad y de los beneficios espirituales que sin duda obtendríamos para nuestras almas, no consiguieron animarme lo suficiente como para emprender un estudio sistemático y diario de la misma. Algunas veces me propuse leer diariamente una pequeña porción de la Biblia con el fin de terminar de leerla en un año, siguiendo las listas de versículos asignados para cada día, pero siempre me desmoralizaba con la lectura de algunos libros del Antiguo Testamento.

Ahora, que he comprendido lo importante que es la Biblia para mí, he decidido recientemente que leería la Biblia entera en un año. Por eso, desde el mes de octubre de 2006 hasta el día de hoy -marzo de 2007- he completado el Nuevo Testamento, iniciado el Antiguo Testamento, al comienzo de este año, y llegado hasta el libro de Jueces, mediante una lectura diaria, rogando siempre al Señor para que el Espíritu Santo me ayude a comprender, asimilar y aceptar humildemente, sin dudar un instante en su veracidad, el propósito general, y particular para mí, de la Santa Escritura.

Aunque aun me faltan unos seis meses para finalizar este plan de estudio sistemático de la Biblia, si soy capaz de seguirlo diariamente con espíritu de oración y de aceptación de la Palabra, con la ayuda de Dios, al final de este lapso de tiempo no sólo tendré la satisfacción de haber conseguido leer el “best seller” o libro más leído de la historia del mundo, sino que podré dar mejor testimonio de mi fe, sabiendo con más conocimiento, en qué y en quién he creído, y cuáles son las bases de la religión cristiana que pretendo practicar.

Razones por las que considero que la Biblia es muy importante para mi vida.

1. Porque la Biblia es la Palabra de Dios, es la verdad y tiene palabras de vida eterna:

Juan 17:17

17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.”

1 Tesalonicenses 2:13

13 Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes.”

Juan 5: 39

39 Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí”

2. La Biblia es el perfecto manual de instrucciones para la práctica de una vida piadosa, de amor a Dios y a nuestros semejantes.

Desgraciadamente durante los primeros veintiséis años de mi existencia, no conocía la Biblia lo suficiente como para saber que era el manual de Dios para la vida del ser humano. Sin embargo, de haberlo sabido, hubiera encontrado las claves, fundamentos y propósitos de Dios para desarrollo armonioso de las tres dimensiones del ser humano: cuerpo, alma y espíritu (1 Tesalonicenses 5:23).

Por eso, cuanto más temprano se inicie la educación y formación espiritual con este manual de Dios más pronto llegaran los hombres y mujeres a conocerse a sí mismos y a Dios, su Creador, así como cuál es la voluntad y propósito de Dios para sus vidas.

3. La Biblia es el alimento espiritual que me hace crecer, me madura y me da a conocer a Jesús, el pan de vida.

Al igual que el alimento físico, el pan, es necesario para el sostenimiento de la vida física, así es también la Palabra de Dios, un alimento que debería tomarse diariamente, de forma disciplinada y perseverante, mediante la lectura y estudio sistemático de la Biblia.

Jesús resistió las tentaciones cuando dijo, “Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.” (Mateo 4:4), citando parte de un versículo del Antiguo Testamento que se encuentra en Deuteronomio 8:3, y que dice así: “3 Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre.

Si no nos alimentamos convenientemente con la Palabra de Dios y vamos dejando de tomar la porción diaria además de no crecer espiritualmente, nos debilitaremos y no seremos capaces de asimilar las partes más sólidas o difíciles de digerir de las Escrituras.

Hebreos 5:12-14

12 Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido. 13 Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; 14 pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal. “

Lo más importante de la Biblia está en su mensaje central, Jesús es el Mesías, el Salvador de la humanidad, el que sostiene nuestra vida material y nos da la vida espiritual y eterna. Jesús, es el pan de vida. Los siguientes textos me convencieron de la importancia del estudio diario de la Biblia para avanzar en la vida espiritual hacia la santificación.

Juan 6:25-68

Jesús, el pan de vida.

25 Y hallándole al otro lado del mar, le dijeron: Rabí, ¿cuándo llegaste acá? 26 Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis. 27 Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre. 28 Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? 29 Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado. 30 Le dijeron entonces: ¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obra haces? 31 Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer. 32 Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo. 33 Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo. 34 Le dijeron: Señor, danos siempre este pan.


35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. 36 Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis. 37 Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera. 38 Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. 39 Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero. 40 Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.


41 Murmuraban entonces de él los judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo. 42 Y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo, pues, dice éste: Del cielo he descendido? 43 Jesús respondió y les dijo: No murmuréis entre vosotros. 44 Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero. 45 Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí. 46 No que alguno haya visto al Padre, sino aquel que vino de Dios; éste ha visto al Padre. 47 De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna. 48 Yo soy el pan de vida. 49 Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron. 50 Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él come, no muera. 51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.


52 Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne? 53 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. 54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. 55 Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. 56 El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. 57 Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. 58 Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente. 59 Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Capernaum.


Palabras de vida eterna


60 Al oírlas, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír? 61 Sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: ¿Esto os ofende? 62 ¿Pues qué, si viereis al Hijo del Hombre subir adonde estaba primero? 63 El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. 64 Pero hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar. 65 Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre.


66 Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él. 67 Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros? 68 Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. 69 Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.”

¿Cómo podemos ser ahora más diligentes para estudiar la Biblia que antes?

Dejando que el Espíritu Santo obre en nuestro corazón, haciéndonos más receptivos a su Palabra. No debemos dudar de ninguna promesa de Dios, porque el no miente y es fiel para cumplirlas. Y estando persuadidos de la seguridad de nuestra salvación, caminemos incesantemente hacia la santificación. Prosigamos a la meta que es Cristo Jesús

Para eso es bueno y conveniente, leer diariamente o siempre que se pueda, las Santas Escrituras “las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús, .... y a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.”(2ª Timoteo 3:15-17).

Para llegar a la medida de la plenitud de Cristo.

Efesios 4:13:

Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo”.

La lectura y el estudio de la Biblia son imprescindibles para avanzar hacia “la medida de la plenitud de Cristo”.

4. La Biblia es vital y esencial para mí porque me enseña a vivir “en este mundo sobria, justa y piadosamente.”

Tito 2:12

Enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente,...”

5. Porque la Palabra de Dios es luz.

Salmo 119:105

Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino.”

En este mundo de tinieblas, donde se multiplican las opciones y las encrucijadas, la Biblia me ha señalado siempre el camino recto para no desviarme ni a izquierda ni a derecha.

6. Porque la Biblia señala el camino de la vida y la oportunidad de realizarnos como seres humanos auténticos y plenos.

Es una opción de vida (Deut. 30:15: “Escoge pues la vida”).

Juan 14:6

Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.”

Juan 11:25

Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.”

7. Porque la Biblia ha descubierto mi verdadera naturaleza.

Nuestra verdadera naturaleza es la de seres caídos, herederos del pecado original.

Romanos 5: 12: “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.

Nuestra naturaleza es depravada:

Romanos 3:10-12: “10 Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; 11 No hay quien entienda. No hay quien busque a Dios. 12 Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.”


Somos pecadores que merecemos la muerte:

Romanos 6:23: 23 Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.”

En otro tiempo estábamos muertos espiritualmente:

Efesios 2:1-5

1 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3 entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. 4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, 5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)”

Éramos enemigos de Dios:

Romanos 5:10

10 Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.”

Incapaces de percibir las cosas que son del Espíritu de Dios porque no las podíamos entender y las considerábamos una locura:

2ª Corintios 2: 14:

Pero el hombre natural no percibe las cosas de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.”

8. Porque Jesús me ha librado de la esclavitud del pecado:

Juan 8:31-36

La verdad os hará libres

31 Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; 32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. 33 Le respondieron: Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres?

34 Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. 35 Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. 36 Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.

9. La Biblia me ha revelado al Creador del mundo como un Dios de amor, personal, cercano, justo, santo, soberano y providente, que cuida de sus hijos, y que tiene un plan para la salvación del mundo:

Juan 3:16

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”

10. Porque sólo por la Biblia he podido saber que Dios es uno en tres personas distintas, Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Ninguno ser humano podía, ni por asomo, imaginar a Dios de tal manera. Por eso, al principio, esta gran verdad revelada sólo en la Biblia no la podía entender, y mi razón la rechazaba, porque no conocía las Escrituras de Dios. Más tarde, cuando lo comprobé por mismo, estudiando la Palabra, reconocí y acepté esta maravillosa doctrina. Dios es infinito, y como criaturas que somos, no podemos pretender abarcarle, sino que humildemente debemos aceptar lo que Él ha querido revelarnos.

Dios, afirma la Escritura, es uno (Marcos 12:29,30, Efesios 4:3-6, Deut. 6:4, 1 Timoteo 2:5):

Deut. 6:4,

Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es”.

1 Timoteo: 2:5:

Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,”)

Sin embargo, también sólo por la Biblia pudimos saber que Jesucristo es Dios igual al Padre.

Jesús es Dios –segunda persona de la Trinidad, porque:

Jesús perdona pecados:

Marcos 2:5-7

5 Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados. 6 Estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales cavilaban en sus corazones: 7 ¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?”

Jesús es adorado:

Juan 9:38.

Y el dijo: Creo, Señor; y le adoró” (Repuesta del ciego de nacimiento curado por Jesús, a la pregunta de Jesús: ¿Crees tú en el hijo de Dios?)

Uno con el Padre : Juan 10:30: “Yo y el Padre uno somos”

Por la respuesta a Felipe:

Juan 14:9, 11

Jesús le dijo:¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos al Padre?... 11 “Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí”

Por la confesión del incrédulo Tomás cuando vio a Jesús resucitado:

Juan 20:28

Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!”

Por lo que dice Pablo a los filipenses que Jesús no estimó ser igual a Dios como cosa a que aferrarse:

Filipenses 2:5-11.

5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.”

Por lo que dice Pablo a los colosenses:

(Col. 2:9)

En él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad.”

La tercera persona de la Trinidad: El Espíritu Santo:

También es Dios, según la Biblia porque:

Es igual al Padre y uno con él:

Mateo 28:19.

Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.”

2 Cor. 13:14

La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén”

El Espíritu Santo no es una fuerza o influencia sino una persona porque posee todas las características que la definen como tal y los atributos de Dios:

El Espíritu Santo tiene una voluntad y un parecer.

Porque ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros, no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias.” (Hechos 15:28)

El Espíritu Santo enseña

12 porque el Espíritu Santo os enseñará en la misma hora lo que debáis decir.” (Lucas 12:12)

El Espíritu Santo habla:

Hechos 8:29 “Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro.”

El Espíritu Santo prohíbe

Hec. 16:6: “6 Y atravesando Frigia y la provincia de Galacia, les fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia;”

El Espíritu Santo intercede en nuestras oraciones y nos ayuda en nuestra debilidad.

Rom. 8:26

26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.”

El Espíritu Santo es contristado

Efesios 4:30:

30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.

Se puede pecar contra El Espíritu Santo

Mateo 12:31

31 Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada.

Se puede mentir al Espíritu Santo .

Hechos 5:3-4

3 Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? 4 Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios.”

11. La Biblia ha dado un sentido y propósito a mi vida:

La vida de los seres humanos es efímera, pues en los mejores casos su vida media es de unos ochenta años, eso siendo muy optimista. Este lapso de tiempo pasa rápido y no sin sufrimientos, pesares, tristezas y amarguras. ¿De qué podría uno vanagloriarse sensatamente al final de sus días?

Por lo general las personas buscamos en este mundo cómo ser felices y gozar de la vida. Sin duda un ateo o agnóstico se distinguirá radicalmente de un creyente en los medios que use para obtener esa felicidad o ese sentirse bien, y también en los objetivos y fines que se fije para alcanzar lo que considera el sumo bienestar para su vida. Aunque tantos los unos como los otros podemos desear lo mismo, es decir, pasar por esta vida con el menor sufrimiento posible, disfrutando lo máximo que podamos, los objetivos y los medios para tratar de conseguirlo por los creyentes serán distintos, pues éstos siempre se basarán en la ley de amor que Dios ha puesto en nuestros corazones y en la esperanza de la resurrección, en la próxima gloriosa venida de nuestro Señor Jesús.

Tito 2:11-14

11 Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, 12 enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, 13 aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, 14 quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.

Jesús me ha librado del temor de la muerte por su resurrección

Juan 5:24-29, 1 Corintios 15

24 De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida. 25 De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán. 26 Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo; 27 y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre. 28 No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; 29 y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.

1 Tesalonicenses 4: 2-3

16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. 18 Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.”

La extensa maldad y violencia en que está envuelto el mundo, junto con las tragedias naturales, enfermedades, hambrunas y multitud de sufrimiento por doquier hacen pensar que la vida en este mundo no tendría ningún sentido, sino hubiese un Dios que ha prometido no desamparar a los justos y ha provisto unas moradas celestiales para ellos.

Juan 14: 2:

2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. 3 Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.”

Solamente Dios le da sentido a la existencia humana, a la vida en este mundo le añade la eternidad; y a lo terrenal y perecedero, añade la trascendencia de lo celestial.

Los cristianos, para la practica de nuestro cotidiano vivir, aceptamos el principio que se deduce de los cinco libros de la sabiduría que dice así: “El temor de Dios es el principio de la sabiduría.”. Lo que significa que nuestro sentido de la vida proviene de reconocer la existencia de Dios y adorarlo.

Por otra parte, los cristianos tenemos paz para con Dios porque por la fe en nuestro Señor Jesucristo, hemos sido justificados, es decir, declarados justos, o sea, absueltos de nuestros pecados y salvos por su muerte (Romanos 5:1; 3:24). Además vivimos con la certeza de que nuestro destino final es compartir la gloria de Dios.

Apocalipsis 21:1-4

1 Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. 2 Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. 3 Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. 4 Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron. “

Conclusión.

La Biblia, pues, ha dado sentido a mi vida, al enseñarme que existe una ley espiritual que viene de Dios y que debe sojuzgar a la ley de la carne, a fin de que no vivamos sólo para uno mismo, sino venzamos al egoísmo con el amor, y sirvamos y amemos a Dios con toda nuestra ser, espíritu, alma y cuerpo.

Romanos 14:7-9

7 Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí. 8 Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos. 9 Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven.”







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