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domingo, 18 de noviembre de 2007

Cuando Jesucristo murió, ¿fue su espíritu al Hades a predicar a los espíritus encarcelados de los días de Noé?

Versión 18-11-07*

Carlos Aracil Orts

1. Introducción

La cuestión que plantea el título de este estudio se deriva de una de las varias interpretaciones que, tradicionalmente, gran parte de la cristiandad, ha sostenido y creído respecto al pasaje de la primera epístola del apóstol Pedro en el capítulo 3 y versículo19 del Nuevo Testamento.

1ª Pedro 3:18-20:

“(18) Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu; (19) en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados, (20) los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua.”

La interpretación correcta del significado de cualquier texto bíblico, requiere que nunca se estudie separadamente de su contexto inmediato, cercano y del más amplio que corresponde al de la Biblia entera. Además, será necesario comparar el significado posible de las palabras clave, con el que evidencien las mismas palabras en otros pasajes y contextos de las Sagradas Escrituras.

Un principio irrefutable es que la Biblia no puede ser contradictoria en sus enseñanza doctrinales, porque es la Palabra de Dios escrita por los santos hombres de Dios inspirados por el Espíritu Santo (2ª Pedro 1:19-21). Somos las personas, con nuestra parcialidad y prejuicios los que tratamos de hacer que la Biblia respalde las doctrinas partidarias que son de nuestra preferencia. Por tanto, analizaremos siempre todo, tratando de despojarnos de toda idea o experiencia preconcebida, y atendiendo siempre al sentido literal o simbólico de los textos y de las palabras, según dimane del contexto o de otros textos que puedan aclarar o alumbrar desde otras perspectivas y entornos.

En primer lugar, vamos a analizar que información objetiva se desprende del texto clave de 1ª Pedro 3:19, es decir, quiénes son los actores que aparecen en la escena descrita en el verso citado.

En segundo lugar, imprescindiblemente, necesitamos recurrir al contexto inmediato, para poder situar la acción en el tiempo y en el espacio.

En tercer lugar, estudiaremos el significado que las palabras claves, del texto en cuestión y del contexto, tienen en toda la Biblia, y en otros versículos similares que puedan dar luz al tema que estudiamos.

2. Qué dice literal y exactamente el texto de 1ª Pedro 1:19

“(19) en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados”

¿Cuál es el sujeto o protagonista de la acción de ir y predicar?

Puesto que la frase que empieza el versículo 19 es “en el cual”, precisamos, pues, recurrir al versículo anterior (18) para conocer a que se refiere el pronombre relativo “cual” que como se sabe se emplea en lugar del nombre al que sustituye, para evitar repeticiones insulsas, y sin olvidarnos de la preposición “en”.

No encuentro ninguna dificultad en encontrar el actor principal de esta acción, se trata de “Cristo en espíritu”. ¿Por qué afirmamos esto? Porque el pronombre relativo “cual” está sustituyendo al nombre “espíritu”. Luego, la frase de este verso 19, se puede también escribir correctamente “en el espíritu también fue y predicó a los espíritus encarcelados”

Ahora, tenemos que preguntarnos ¿De quién es el espíritu que predicó a los espíritus? ¿A qué espíritu se refiere? No hay ninguna duda. No puede tratarse más que el espíritu de Cristo. ¿Por qué? Porque Cristo es el sujeto de la oración que se inicia en el verso 18: ”Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios...”.

Ya tenemos claro, pues, que “Cristo en espíritu”, o “el espíritu de Cristo” fue el que hizo la acción de ir a predicar a “los espíritus encarcelados”. Hasta aquí, creo que toda persona, medianamente razonable, debería estar de acuerdo. El siguiente paso muy importante para poder entender esta acción de Cristo es ubicarla en el tiempo en que sucedió.

3. ¿Cuándo fue Cristo en espíritu, o el espíritu de Cristo, a predicar a los espíritus encarcelados?

Examinemos el contexto para averiguar si existe alguna palabra que nos traslade a alguna época o tiempo determinado de la historia bíblica. Evidentemente la acción de Cristo se sitúa en el pasado pues el tiempo verbal es “predicó”. En el versículo 20, Pedro dice, claramente, cuándo fue “Cristo en espíritu” a predicar a los “espíritus encarcelados”.

¿Cuándo sucedió esto?

“Cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca...” (1ª Pedro 3:20, parte central). Nadie puede negar que Pedro aquí deja bien ubicado la época en la que el espíritu de Cristo fue a predicar a los “espíritus encarcelados, los que en otro tiempo desobedecieron,”

¿De qué época está hablando el apóstol San Pedro?

Dejemos que la Biblia, una vez más y siempre, responda por sí misma: “en los días de Noé, mientras se preparaba el arca” (véase también Génesis 6:5-14). No hay otro tiempo en que se pueda ubicar la predicación del espíritu de Cristo, que se deduzca racional y gramaticalmente de los versos 18-20. Por tanto, Pedro, sin ninguna duda, cuando habla del espíritu de Cristo, o de Cristo en espíritu, se está refiriendo al Cristo preexistente, a antes de que Cristo se encarnase, tomando un cuerpo humano, al ser concebido por obra y gracia del Espíritu Santo de la virgen María. El Cristo preexistente es Dios desde la eternidad, segunda persona de la Divinidad (Juan 1:1-3), y Dios es espíritu (Juan 4:24).

Ahora, nos conviene identificar quiénes eran los espíritus encarcelados y el tiempo o época en que vivieron, para que fuera posible que el espíritu de Cristo les predicara. Ya hemos podido comprobar que el espíritu de Cristo, al que se refiere San Pedro, no podía ser, en ningún caso, el de un muerto, o sea, el que tenía Jesús cuando su cuerpo descansaba en la tumba, antes de resucitar. ¿Por qué? Porque, como ya hemos demostrado, la época en que predicó a los espíritus encarcelados fue miles de años atrás de la fecha de su muerte.

¿“Cristo en espíritu” predicó a los espíritus encarcelados cuando éstos aun estaban vivos o esperó a que murieran? ¿Fue a predicarles mientras vivieron y “Noé preparaba el arca” o después de que murieran a causa del diluvio?

El apóstol San Pedro no dice, en ningún lugar, que nada más morir y unas pocas horas antes de su resurrección fuera el espíritu de Cristo a predicar a los espíritus encarcelados, sino que deja bien claro que la predicación y amonestación de parte Dios fue “cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca

¿Por medio de quiénes predica el espíritu de Cristo?

El Espíritu de cristo estaba en Noé, “pregonero de justicia” (2ª Pedro 2:5), para predicarles, así como en los profetas antiguos. (Véase 1ª Pedro 1:10,11).

Cuando Noé, “pregonero de justicia” (2ª Pedro 2:5) preparaba el arca, por mandato de Dios (Génesis 6:14) a fin de amonestar a los espíritus encarcelados del mundo antediluviano, ¿estaban éstos muertos o vivos?

¿Dónde dice Pedro que el espíritu de Cristo, cuando Él murió, y mientras su cuerpo reposaba en la tumba en un día sábado de, aproximadamente, el año 30 de nuestra era, fue al Hades a predicar a los espíritus desobedientes de la época de Noé?

Vamos a suponer, por un momento, que damos como correcta y verdadera la afirmación de que el espíritu de Cristo, mientras reposaba su cuerpo en la tumba y antes de la resurrección, fue a predicar a los espíritus encarcelados, que estaban siendo atormentados en el Hades.

En primer lugar, ¿qué hace el espíritu del Rey de la gloria en un lugar como el Hades, que se supone están siendo atormentados los malvados? ¿ No fue el espíritu de Cristo al paraíso (Lucas 23:43)?

En segundo lugar, ¿qué les predica? ¿Acaso dice la Biblia en algún sitio que hay una segunda oportunidad? ¿No dice todo lo contrario en Hebreos 9:27? Veamos que afirma este texto:

Hebreos 9:27:

“Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, 28 así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan”

Como vemos si partimos o nos basamos en presuposiciones falsas, podemos llegar a hacer decir a la Biblia lo que no afirma, y crear doctrinas espurias o erróneas fundadas inadecuadamente en nuestras ideas preconcebidas, deseos, prejuicios o tradiciones de los hombres. Consecuencia y ejemplo manifiesto de esta manera de interpretar la Biblia, es la doctrina de la existencia del Purgatorio, respaldada por la iglesia Católica, la cual enseña la creencia en un lugar intermedio entre el infierno y el paraíso, donde los espíritus o almas de los muertos esperan purificarse y todavía ser rescatadas para el cielo.

Creer que el espíritu del hombre tiene vida eterna consciente después de que la persona muere ha llevado a creer que existe un lugar llamado el Hades donde existen dos cámaras separadas por una gran sima (Ver Lucas 16:19-31) cuyo fin es albergar en una, a los espíritus de los salvos, y la otra, proporcionar tormento a los espíritus de los malvados.

Queda demostrado que un error conduce a otro, y tendemos a interpretar la Biblia no objetivamente, sino como nos gustaría que fuese, en lugar de ceñirnos al texto bíblico, que indica claramente que Cristo predicó a los espíritus encarcelados cuando aun estaban vivos, y podían elegir salvarse junto con Noé y su familia.

4. ¿Quiénes son, pues, los espíritus encarcelados?

Los espíritus encarcelados no pueden ser otros que los que identifica Pedro cuando dice “los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras preparaba el arca...” (2ª Pedro 3;20, p.p.):

a) Eran personas que vivían cuando Noé preparaba el arca.

b) Desobedecieron a Dios como es bien patente en la Biblia (ver Génesis 6:1-8)

c) El Espíritu de Cristo, mediante el pregonero de justicia, Noé, fue a predicarles, antes de que el diluvio los destruyera a todos, excepto a “...pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua” (1ª Pedro 3:20, p.ú.)

d) ¿Dónde estaban encarcelados? Para ellos el planeta tierra fue una cárcel de alta seguridad de la que no podían escaparse ante el terrible diluvio que les sobrevino, la prueba es que sólo ocho escaparon porque Dios quiso.

e) ¿Por qué estaban o fueron encarcelados? Porque habían llegado al máximo de pecado. Su depravación era total, y la paciencia de Dios había llegado a su término (Génesis 6:5: “Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. )

f) El pecado es la prisión, somos cautivos del pecado. (véase Isaías 42:7; 61:1; Lucas 4:18)

5. Análisis del significado de la palabra clave “espíritu”

5.1. Significado de “espíritu” según diccionarios

Hálito inmaterial que anima algo, alma humana, ánimo, energía, vigor, aliento, esfuerzo, valor, virtud, esencia o sustancia de algo, carácter íntimo, vivacidad, ingenio, etc, etc.

5.2. Significado de “espíritu” según la Biblia.

Lo que el creyente cristiano necesita es saber los diversos sentidos o usos que la Biblia hace de la palabra “espíritu”, los cuales se deducirán en función del contexto general y del especial en cada caso.

Origen del término “espíritu” en el Antiguo y Nuevo Testamento

Viene de la palabra hebrea “rúaj" y de la griega “pnéuma”, que significan “viento”, “aliento” o “espíritu”.

Varios ejemplos donde la Biblia usa la palabra espíritu o espíritus

A continuación pondremos algunos ejemplos que evidencian la pluralidad de significados de “espíritu”. Distinguiremos, varios significados distintos según su contexto:

a) Los santos ángeles de Dios son espíritus. Hebreos 1:7, 14: “Ciertamente de los ángeles dice: El que hace a sus ángeles espíritus, y a sus ministros llama de fuego. (14)¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?

b) El diablo, Satanás y los demonios, o sea todos los ángeles caídos son espíritus malos, malignos o inmundos: Marcos 1:26; Lucas 9:42; Hechos 16:16; 19:16; Apocalipsis 16:13, 14; 12:3,4,7,9,13; 20:2, 3,10.

c) En Juan 4: 24 se nos dice que “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.”. ¿Qué entendemos aquí por espíritu? En primer lugar se nos describe a Dios con una naturaleza espiritual, es decir, Dios no está hecho de carne y huesos como nosotros, su esencia y sustancia es inmaterial, imposible para el ser humano comprenderla, puesto que no hay ningún modelo aquí en este planeta.

En segundo lugar, aparece de nuevo la palabra “espíritu” pero esta vez en relación con el ser humano. ¿Qué entendemos cuando Jesús dice que a Dios es necesario adorarle en “espíritu” y en verdad? O cuando afirma “bienaventurados los pobres en “espíritu”... (Mateo 5:3).

Las tres dimensiones del ser humano: “cuerpo, alma y espíritu”

Los seres humanos puesto que fueron creados a la imagen de su Creador, a diferencia de los animales, poseen un cerebro y sistema nervioso muy superior y distinto al de ellos, que les permite elaborar razonamientos con todo tipo de argumentaciones, porque tienen una mente, un intelecto, y, lo más importante, una conciencia que nos da testimonio de lo moral e inmoral, del bien y del mal, y que es la parte espiritual de nuestra mente, la cual conecta con Dios que es todo Espíritu. A Dios, pues, le adoramos en espíritu, con todo nuestro ser “cuerpo, alma y espíritu” (1ª Tesalonicenses 5:23).

Aquí San Pablo, habla de tres dimensiones en las cuales se manifiesta el ser humano. Pablo distingue perfectamente entre alma y espíritu. La dimensión corporal, todos, si no somos ciegos, la podemos ver. Es la manifestación física de nuestra persona, es decir, altos, bajos, medianos, delgados o gordos, sin exceso de kilos, guapos, feos, viejos, jóvenes, medianos, etc. Mediante ella manifestamos el espíritu y el alma. Con la lengua, expresión del rostro, y gestos de todo nuestro cuerpo expresamos lo que hay dentro de nosotros, es decir, el hombre interior.

Por eso dijo Jesús “...porque de la abundancia del corazón habla la boca.” (Mateo 12:34; Lucas 6: 6:45), y también “Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias.” (Ver además Santiago 3:1-12).

Si el espíritu no es igual al alma, ¿Qué es el espíritu?

En mi opinión, el espíritu humano, es la dimensión con la que nos relacionamos más estrechamente con Dios, la zona que nos conecta y sirve para sintonizar con Él (Romanos 1:9), y es la parte del intelecto o de la mente donde reside la conciencia y se desarrollan los valores morales y las virtudes, las cuales ningún ser humano caído tiene por si mismo, sino que son obra del Espíritu Santo. Éstas son, pues, frutos del Espíritu cuando le permitimos actuar en nuestro espíritu: “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. (Gálatas 5:22,23; ver además 5:8)

¿Qué es el alma?

En general, según la Biblia, alma es el ser viviente completo. El alma siempre va asociada a la vida de la criatura, hasta el extremo que muchas veces se puede sustituir alma por la palabra vida. Es la forma en que se manifiesta la vida del ser humano. Por tanto, el alma, al igual que el espíritu no son entidades que puedan funcionar independiente del cuerpo, ni que tengan vida consciente después de la muerte del cuerpo (Génesis 2:7 en comparación con 1ª Corintios 15:45).

Viene del hebreo néfesh y del griego psujé, que significa, vida, ser viviente, corazón como sede de los sentimientos, etc. etc. De esta última se derivan las palabras españolas “psique”, psicología, etc. Por tanto, en algunos contextos bíblicos como por ejemplo 1ª Tesa. 5:23, la palabra “alma” expresa la otra dimensión emocional e intelectual en que se manifiesta la persona. Es decir, las personas son criaturas de Dios cuya vida se manifiesta o expresa en tres planos distintos: físico, psíquico y espiritual. Siempre estamos hablando de manifestaciones de la vida, por tanto, es lógico argumentar que cuando la parte física del ser muere, dejan de poder producirse las funciones del cerebro como son los pensamientos y toda proceso mental, emocional y espiritual.

Este concepto del alma coincide plenamente con el expresado en la Biblia, veamos, por ejemplo, Salmos 146:4: “Pues sale su aliento, y vuelve a la tierra; En ese mismo día perecen sus pensamientos.” (ver también Salmo 114:17). Cuando uno muere, cesa toda actividad física, intelectual y de todo orden, como lo afirma la Biblia en muchos textos.

¿Podemos estar muertos espiritualmente?

Sí, nuestro espíritu puede estar muerto porque no haya ninguna relación con Dios, y seamos esclavos del pecado: “Y Él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados” (Efesios 2:1-6).

¿Por qué vive el espíritu del hombre?

El espíritu solo puede vivir si Cristo está en nosotros: “Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia (Romanos 8:10).

Más significados de la palabra espíritu

San Pablo afirma que no hemos recibido el “espíritu” del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios (2ª Cor. 2:12), y en Romanos 11:8, dice que a los que no quisieron creer “Dios les dio espíritu de estupor,...” , y en Romanos 8:15: “Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud....sino que habéis recibido el espíritu de adopción.” Etc. etc. (Véase además 2ª Timoteo 1:7)

¿Qué significa aquí el espíritu? ¿Acaso es una entidad independiente que tiene poder y existencia en sí misma? ¿O representa, más bien, una serie de características emocionales, espirituales y morales que están, o bien, en sintonía con Dios o en contraposición total?

¿El espíritu del hombre es una entidad que tiene vida eterna consciente independiente del cuerpo o sólo es la tercera dimensión espiritual que poseen las personas cuando están vivas, que todos necesitamos desarrollar, y en la cual puede y debe manifestarse la naturaleza humana para llegar a Dios?

Podemos seguir viendo algunos ejemplos más donde aparece la palabra espíritu relacionado con el hombre pero no pretenderemos agotarlos todos, por ser casi imposible e innecesario.

1 Corintios 2:11:” Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios sino el Espíritu de Dios.”

Nadie que no sea uno mismo, puede conocer cómo es su espíritu, con las limitaciones naturales y lógicas que todos tenemos al no poder ser totalmente objetivos, sólo Dios conoce perfectamente nuestro corazón o espíritu. Excepto Dios, entre los seres humanos cada uno puede conocerse a mismo mucho mejor que a las demás personas.

1 Corintios 12:10

“10 A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas.

Aquí discernimiento de espíritus, sin duda quiere decir, la capacidad de distinguir entre el espíritu que está diciendo la verdad, y ajustándose a la Palabra revelada, y el espíritu de error que tergiversa la misma con maldad y con la intención de engañar, o basándose en sus propias concupiscencias.

¿Cuándo Juan dice “probad los espíritus si son de Dios” (1ª Juan 4:1) se refiere a seres vivos o a los muertos?

Por ejemplo, en 1ª Juan 4:3 dice: “y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo...”.

Es evidente que el apóstol Juan está llamando espíritus a personas vivas, que todavía no han muerto, lo que demuestra que denominar “al todo” (la persona entera) por “una parte” (el espíritu) es algo que se usa frecuentemente. Por tanto, no podemos extrañarnos que el apóstol Pedro hablase de los “espíritus encarcelados” (1ª Pedro 3:19), pero refiriéndose a ellos a cuando aún estaban vivos: “cuando Noé preparaba el arca”

1 Corintios 14:14-16

14 Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto. 15 ¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento. 16 Porque si bendices sólo con el espíritu, el que ocupa lugar de simple oyente, ¿cómo dirá el Amén a tu acción de gracias? pues no sabe lo que has dicho.

¿Cómo entendemos que se pueda orar con el espíritu y que no intervenga el entendimiento?

Se trataba de una actividad que no edificaba en absoluto a la iglesia y producía enorme confusión, pues se superponían las oraciones, y nadie entendía nada. Por eso Pablo recomienda orar con el espíritu y con el entendimiento, es decir, tanto el que ora como el que escucha la oración debe poder entender los que se habla para poder decir amén. Por tanto, toda manifestación del don de lenguas que no sea con orden, con interprete y para edificación debe rechazarse como una falsificación por Satanás del don de lenguas verdadero que da el Espíritu Santo.

Respecto a orar con lengua desconocida sin que se sepa lo que se está diciendo ni por la misma persona que ora, es una experiencia que no comprendo en absoluto para que sirve, tampoco sé como se lleva a cabo. Imagino que la persona está como en un éxtasis o como en trance. La mente de la persona es gobernada por el poder de un espíritu, normalmente maligno que la hace actuar y hablar sin que intervenga la conciencia de la persona. Sería como un estado hipnótico. Mucha gente ha oído hablar de las sesiones espiritistas en las que un médium es poseído por algún demonio, y cae en trance donde el espíritu maligno actúa de diversas maneras sobre su mente. (Véase el episodio de Saúl con la pitonisa de Endor en 1ª Samuel 28)

1 Corintios 14:32

32 Y los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas; 33 pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz.

Otra vez, ¿a qué espíritus se refiere a los vivos o a los muertos? Pablo dice que los espíritus de los profetas vivos deben, cuando profeticen, estar de acuerdo con todos los demás profetas que han sido inspirados por el Espíritu. Por eso es siempre necesario probar los espíritus, para saber si son espíritus de verdad o error.

1 Corintios 15:45

“45 Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante”

O sea Cristo, el postrer Adán, su espíritu nos da vida.

1 Corintios 16:18

“18 Porque confortaron mi espíritu y el vuestro; reconoced, pues, a tales personas.”

Aquí claramente el espíritu se refiere a la persona entera.

Cuando uno muere, cesa toda actividad física, intelectual y de todo orden, como lo afirma la Biblia en muchos textos, veamos, por ejemplo, Salmos 146:4: “Pues sale su aliento, y vuelve a la tierra; En ese mismo día perecen sus pensamientos.” (ver también Salmo 114:17).

6. Conclusión

a) El Espíritu de Cristo o Cristo en Espíritu -preexistente antes de su encarnación, en su estado de Dios, segunda persona de la divinidad- predicó a los espíritus encarcelados, mientras Noé preparaba el arca. Por tanto, los espíritus encarcelados eran todavía personas vivas. El predicó a través de sus profetas y especialmente de Noé, “pregonero de justicia. La ubicación de la acción en la época de los días de Noé descarta totalmente la interpretación de que el espíritu de Cristo al morir fuera a predicar a otros supuestos espíritus encarcelados en un lugar llamado el Hades.

b) El texto de 1ª Pedro 3:19-20 identifica claramente que los espíritus encarcelados son los que en otro tiempo desobedecieron, ...en los días de Noé”. Por tanto, estaban vivos cuando se les predicó la verdad de Dios. (véase Génesis 6)

c) En apartados anteriores hemos probado que es frecuente usar “una parte” para designar “el todo”, “el espíritu” en lugar de “la persona entera”, de ahí que el apóstol Pedro se refiera a los antediluvianos desobedientes como espíritus, es decir, personas que, entonces, cuando se les predicó, vivían.

d) Asimismo se ha demostrado que el término “encarcelados” no se refiere en ningún caso a residir en el Hades como prisión, puesto que todavía no habían muerto. Su encarcelamiento fue a causa de su pecado: se rebelaron contra Dios, desobedecieron conscientemente a su Creador, haciendo todo tipo de males, y el planeta que contaminaron con su pecado, fue su propia cárcel, pues el diluvio los destruyó, y sólo escaparon de esa “cárcel” ocho personas - Noé y su familia.

e) También se han visto los variados significados posibles del término “espíritu” según su contexto.

f) El ser humano tiene tres dimensiones “Cuerpo, alma y espíritu” según 1ª Tesalonicenses 5:23. Por tanto, alma es distinto de espíritu.

g) Según nos diseñó el Creador, somos almas vivientes, es decir, alma es también un sinónimo de ser, de vida, y de psique: Génesis 2:7: “Entonces Jehová Dios formó del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente”

Dios da origen a la vida en un cuerpo inanimado insuflándole el aliento de vida, o sea el espíritu, y ¿qué ocurre entonces? Que el hombre recibe la vida se convierte en un “alma viviente” como dice San Pablo en 1ª Corintios 15:45 “Así también está escrito: fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante”. Por tanto, no tenemos un alma sino que somos almas. La persona entera es un alma viviente, y cuando muere deja de existir hasta la resurrección.

Cuando este término se refiere a personas no está indicando que se trate de una entidad que viva, en el ser humano, de forma independiente del cuerpo, que tenga vida en sí misma, y existencia consciente cuando uno muere.

h) Ejemplos de uso de “espíritu” con el significado de “aliento” o “hálito de vida”

Lucas 8:55

“Entonces su espíritu volvió, e inmediatamente se levantó; y él mandó que se le diese de comer”

Este espíritu que volvió a dar vida al cuerpo inanimado o muerto de la muchacha en la anterior cita es el mismo que va a Dios cuando uno muere (Eclesiastés 12:7; véase también Eclesiastés 3:19,21). El mismo que se exhala cuando se muere ( Génesis 25:8: “y exhaló el espíritu y murió Abraham..”; 6:17;7:15;35:29, etc. etc. Véase además Apocalipsis 11:11).

Si deseas hacer algún comentario a este estudio, puedes dirigirlo a la siguiente dirección de correo electrónico: carlosorts@gmail.com



* Las referencias bíblicas están tomadas de la versión Reina Valera de 1960 de la Biblia. Las negrillas y los subrayados realizados al texto bíblico son nuestros.

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